Y resulta que las horas son fugaces, que de verdad el tiempo vuela y que nosotros volamos en él, que cada día que pasa es un aprendizaje y muchas veces este aprendizaje no lo hacemos consciente sino un tiempo después, muchas veces nos cuesta entender las lecciones de la vida, muchas veces es mas fácil de lo que parece pero nos empeñamos en complicarlo. Y resulta que me desperté un día queriendo escribir, queriendo hacer público lo privado, sin ánimo de hacerlo perfectamente bien, solo con la idea de expresarme en esta era de la tecnología; sin intenciones de querer cambiar el mundo con lo que escriba, simplemente con la idea de expresar mi muy personal opinión sobre las cosas que perciben mis cinco sentidos, gracias a Dios, plenamente activos.
Así que NacaricaLand, mi mundo, ese que me enseñó mi papa y que yo no veía, ese que descubrí el día que lo perdí pero que me hizo conectarme a él nuevamente, ese en el que me pierdo cuando hay demasiado ruido afuera, es de alguna manera, un tributo a la irreverencia, el sarcasmo y el rechazo total a la hipocresía; es, como dije antes, mi opinión, sin querer que ésta sea válida o aceptada, simplemente mi opinión.
Y así empieza la historia, con música, como todo en mi vida, con soundtrack...
http://www.youtube.com/watch?v=aSZVYZTze74
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